28 de junio de 2006

¿QUIEN NOS PROTEGE DEL AYUNTAMIENTO?

Ante los últimos acontecimientos sucedidos en Marbella donde todos y cada uno de los concejales electos”democráticamente” han resultado ser grandes delincuentes cuyo único interés politico ha sido la estafa al ciudadano, la única sensación que nos queda es la de nuestra indefensión total hacia los poderes públicos.
Y no sólo es Marbella. Todos sabemos que esto mismo está sucediendo en cada pequeño y gran municipio de España donde la forma de financiación del Ayuntamiento y de sus ediles es el dinero bajo manga de supuestos “empresarios modelo” que seguro acumularán en sus estanterías medallas por su empeño en la creación de empleo y en generar riqueza a costa del engaño.
¿Qué sucederá ahora con el señor Avila Rojas, culpable de tantos desmanes urbanísticos? ¿Devolverá las tierras recalificadas? ¿ Regenerará los espacios verdes perdidos?. ¿Por qué detrás de los grandes proyectos del Ayuntamiento siempre hay detrás la sombra de éste y otros especuladores?
No hemos de olvidar que el cierre del anillo de circunvalación de Granada, obra cumbre prevista por nuestro alcalde, atraviesa terrenos de cultivo “casualmente “ comprados por este constructor y que en el caso de que este proyecto se apruebe se recalificarían inmediatamente para ser ocupados por miles de casas . Esa misma circunvalación que ha favorecido la destrucción de la vega de Granada y que ahora quiere acabar con Valparaíso. Valle que baja directamente de la sierra y al que la Alhambra debe su ubicación, albergando un barrio excepcional por su belleza paisajística , su ecosistema único y su diversidad humana: El Sacromonte.
El PGOU, ese otro gran proyecto del Ayuntamiento de Granada, que pretende construir en el Fargue otras tantas miles de viviendas ocupando zonas de pinares y vertientes y asfixiando cada vez más a su vecino de abajo, ese barrio totalmente abandonado y desprotegido de la garra inmobiliaria.
Hemos visto el ejemplo en otras ciudades como Valencia con el barrio del Cabanyal. El Consell ha aprobado una ley por la que los planes especiales de protección de conjuntos históricos podrán modificar la estructura urbana para evitar usos degradantes de la zona. Así se ha dejado morir una zona antigua en pleno casco histórico y se ha podido construir sobre ella.
Parece que el plan de nuestro Ayuntamiento sobre el Sacromonte responde al mismo esquema. Dejemos el barrio morir. Dejemos que los vecinos se aburran de vivir sin cabina, buzón o autobús público regular. Dejemos que las cuevas se ocupen por “pies negros” y que las llenen de basura porque no les damos ni las mínimas infraestructuras de agua y luz. Hagamos campañas en los medios de comunicación para incidir en el mal estado de las cuevas y la degradación humana de los que las habitan y así será la propia sociedad la que solicite la intervención en el barrio. Y después de todo esto ya tenemos preparado un Plan de protección del barrio para demoler 120 cuevas de las 140 existentes. El camino está libre para construir semiadosados en los barrancos del Sacromonte.
Aprovechemos este varapalo que se le ha dado al “gran especulador” para levantar la voz contra el abandono de nuestra ciudad por parte de nuestros poderes públicos. Queremos repoblación de nuestos montes; rehabilitación y conservación de nuestro patrimonio histórico y cultural . Sólo nuestra voz puede protegernos contra ellos.

Ana Sarasa Aguado

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